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28
Julio

Héroes Bicentenarios: Banco de la Nación reconoce la entrega y compromiso dos nuevos colaboradores durante la pandemia

Se trata de trabajadores que han destacado por su calidad colaborativa, rendimiento y labor social en uno de los episodios que ha exigido más esfuerzo a la institución y a su personal. Son dos testimonios de amor por el Perú.

En el Bicentenario de la independencia del Perú, el Banco de la Nación se enorgullece en resaltar la vocación de servicio y el compromiso de sus trabajadores quienes, en medio de la crisis sanitaria por el coronavirus, se mantuvieron en primera línea llevando atención y servicios financieros a todos los rincones del país.

En esta segunda entrega de la campaña Héroes Bicentenarios, compartimos historias memorables de dos trabajadores cuyas acciones marcan un servicio especial por el país. Historias marcadas por el desprendimiento personal, la sobrevivencia lejos de la familia y la lucha cuerpo a cuerpo contra la covid-19.

Imagen Percy Pérez ClementePercy Pérez Clemente (43 años)
Administrador de la agencia Banda de Shilcayo (San Martín)
A bordo de las PIAS (Plataformas Itinerantes de Acción Social), Percy Pérez recorrió las cuencas de los ríos Napo, Putumayo y Morona en los momentos más críticos de la pandemia, llevando servicios financieros y entregando cientos de bonos en comunidades nativas a donde ninguna institución del Estado había llegado en seis meses consecutivos.

“Nos trasladamos en peque-peques para poder atender a personas que ya no podían caminar, que no podían trasladarse a nuestro buque”, hoy recuerda Percy desde la agencia Banda de Shilcayo en San Martín, en donde se encuentra destacado como administrador encargado.

Percy no solo se puso la camiseta del Banco de la Nación cuando navegó los ríos de nuestra Amazonía, sino también cuando surcó su cielo. “Una vez volamos a una comunidad nativa llamada Caballito en Loreto a donde, si no era en avioneta, nadie iba a poder llegar”, señala. Estas experiencias de servicio y amor por el Perú, comenta, lo hacen reflexionar sobre la importancia del Banco de la Nación en tiempos de crisis.

“Una razón para estar orgulloso es recordar que cuando estuvimos en la cuenca del río Putumayo, llegaron las fiestas navideñas. Esa vez, reunimos fondos, compramos juguetes para los niños, hicimos chocolatadas”, comenta Percy. “Entregarles una pelota, una muñeca o un carrito significaba una alegría tremenda”, añade orgulloso de trabajar por la inclusión social de más peruanos en la Amazonía.

Kelin Elera EleraKelin Elera Elera (41 años)
Administradora de la agencia Chachapoyas (Amazonas)
Cuando Kelin Elera llegó a Chachapoyas con el objetivo de ocupar temporalmente el puesto de administradora de la agencia del Banco de la Nación, lo hizo con solo una pequeña maleta de ropa y sin imaginar que, horas más tarde, el Gobierno declararía la primera cuarentena general a causa del avance del coronavirus en territorio nacional. Lo que se proyectó como dos semanas de comisión de servicio, terminó siendo una misión de siete meses sin ver a su familia.

El hotel en el que se iba a hospedar cerró su atención al público. Los establecimientos de comida se negaban a venderle almuerzo. Para Kelin eran momentos de zozobra, puesto que, a pesar de que les decía: “no soy de acá, no soy de esta zona, no tengo familia”, la ayuda tardó en llegar.

Durante semanas se alimentó a base de enlatados, panes y galletas, sin descuidar sus labores en la agencia, hasta que un día alguien en Chachapoyas la reconoció. Una amiga. “No había día en el que no llorara, pero debía contener mis lágrimas porque estaba delante de mi gente”, confiesa. Sin duda, los duros momentos que vivió durante la pandemia le dieron la fortaleza necesaria para liderar la entrega de miles de bonos de emergencia a tantas familias en situación vulnerable.

Kelin recuerda ciertos episodios. A mucha gente llegando hasta Chachapoyas cuando lamentablemente, aún no estaban sus bonos, o a una madre que pedía ayuda para su hija que recién había dado a luz. En esos momentos, organizó colectas de dinero y de ropa con el fin de apoyar. “Todo era unión y hermandad, entre nosotros y la población. Teníamos que apoyarnos porque yo había sentido la desesperación en carne propia” , reflexiona.

Siete meses después de iniciado el estado de emergencia, Kelin recién pudo volver a su tierra, Jaén, a reunirse con su familia. “Mi mamá me quería apapachar, pero no se podía. Yo le decía mamá: no es que yo sienta miedo de ti, sino que tengo que cuidarte de mí, yo trabajo con público día a día’”. Así se despide Kelin, con la convicción de que todo sacrificio valió la pena.


Lima, 28 de julio de 2021
Banco de la Nación

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